La ciudad es una cornisa
en la cual están paradas
las gárgolas del llanto
Ellas espantan al espíritu
y en su piedra tutelar
retornan a la ceniza
Somos el objeto de Dios
souvenir olvidado
en la tienda del destino
en la cual están paradas
las gárgolas del llanto
Ellas espantan al espíritu
y en su piedra tutelar
retornan a la ceniza
Somos el objeto de Dios
souvenir olvidado
en la tienda del destino
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